Creemos que el fin principal del hombre en la tierra es glorificar a Dios en todos sus actos (1 Crónicas 16:25-29) ese debe ser el objetivo principal y como retribucion, gozar de la plenitud de Dios para siempre. Es nuestra convicción que la sana doctrina siempre será “Teo-céntrica” (Rom. 11:36). En nuestro día, el hombre es presentado como si su felicidad fuera el fin principal de todo, y esta mentalidad humanista lamentablemente ha contaminado los fundamentos de la iglesia cristiana. Incluso en la predicacion de la palabra de Dios, Pero la verdadera doctrina de Dios humilla el orgullo humano y exalta la supremacía de Dios sobre todas las cosas. Todo lo demás es subordinado al propósito y a su voluntad absoluta para gloria de Dios por los siglos de los siglos.